EL CABALLO Y EL JABALI



1.- Situación retórica  (S.R.)

AUDIENCIA 
Obra dirigida a un público infanto juvenil

TEMA 
Esta obra nos entrega una narración en la cual el caballo se molesta por una actitud del jabalí y decide hacerle algo malo para lo cual le pide ayuda a un humano, sin saber que este no tendría buenas intenciones con él.                 La cual deja como enseñanza que muchas veces por no aceptar a los demás o ser poco tolerantes decidimos actuar mal con alguien y el castigo que recibimos es peor de lo que nosotros hicimos.

PROPÓSITO 
Este relato esta pensado en hacer ver a los niños que debemos ser tolerantes con los demás debemos aceptar al resto aunque muchas veces pensemos que sus actitudes o acciones no son las correctas.

2) Contexto de  Producción (C.P.)

CAYO JULIO FEDRO, (Macedonia, hacia 20-15 a.C. - hacia 50 d.C.) Fabulista latino de la época imperial, autor de cinco libros de fábulas en verso. Los pocos datos que se conocen de su biografía nos han llegado a través de su propia obra. Nació durante el principado de Augusto (entre los años 20 y 15 a.C.), en la provincia romana de Macedonia, posiblemente en Pieria, según se lee en el prólogo al libro III, vv. 17-20, donde el poeta se muestra orgulloso de haber nacido en la tierra patria de las Musas (en el monte Pierio).
Aunque era esclavo, recibió una esmerada educación desde joven (sobre todo en latín, puesto que su lengua natal era el griego). Esto hace suponer a los críticos que fue llevado a Roma siendo todavía niño y que allí entró a formar parte del grupo de esclavos de Augusto, del que luego fue liberto. Este dato se encuentra en el título del principal manuscrito de Fedro (Codex Pithoeanus, del siglo IX), que lo presenta como "liberto de Augusto"
Bajo el gobierno de Tiberio se ganó la enemistad del poderoso ministro Sejano, quien le acusó de haber hecho maliciosas alusiones personales tras la máscara anónima de los animales de sus dos primeros libros de fábulas. Fue condenado por ese supuesto delito y cayó en desgracia. Su estado de absoluta precariedad económica lo llevó a pedir el apoyo de libertos ricos e influyentes como Eutico y Particulón, a quienes dedicó dos de sus libros. Escribió sus tres últimas obras ya mayor y vivió hasta la época del emperador Claudio (41- 54 a.C.) o, en todo caso, del emperador Nerón (54- 58 a. C), si bien se ignora el año exacto.
Las fábulas
De Fedro se conserva más de un centenar de fábulas en verso (122 aproximadamente), agrupadas en cinco libros. Estas breves historias de animales se expresan en senarios yámbicos (el verso usado en la comedia palliata de época republicana). Algunos de los libros son especialmente breves; así, el libro II consta sólo de ocho fábulas; y el libro V, de diez. A estos cinco libros hay que añadir 30 nuevas fábulas, conocidas como Appendix Perottina en las ediciones modernas, que fueron publicadas por el humanista italiano Niccolò Perotti en su edición de la obra de Fedro (hacia 1465).
Ilustración de Gustave Doré de la fábula El león y el ratón
Aunque con anterioridad, autores como Hesíodo, Herodoto, Platón, Calímaco o Lucilio, habían insertado fábulas en sus obras, el autor prefirió seguir la tradición griega atribuida a Esopo. Fue así el primero de los poetas antiguos en escribir fábulas en verso con la intención de que fueran leídas en forma autónoma. En el prólogo de su primer libro justificó la elección del género con su intención de reflejar la situación social de los más desprotegidos. Alabó la astucia del débil como el único recurso frente al poderoso, y la conveniencia de adaptarse a las circunstancias para sortear los peligros. En el prólogo de su tercer libro confesó que su objetivo no era "censurar individuos, sino describir la vida misma y las costumbres de los hombres".

El contenido de las fábulas de Fedro obedece, en efecto, a una doble intención: instruir a su público y deleitarle a un tiempo. El carácter moralizante se manifiesta expresamente en una sentencia ético-filosófica, o moraleja, emplazada bien al principio de la historia (promithyon), bien al final de la misma (epimithyon). Por otra parte, a esta intención explícita de divertir y enseñar se une la crítica sociopolítica. En efecto, Fedro imprime a sus obras un carácter satírico que pone en evidencia los vicios y defectos de la sociedad de su tiempo, aunque siempre de manera general y sin citar casos específicos ni personas concretas. Por ello su obra a menudo se convirtió en blanco para los reproches de sus detractores.
El estilo de Fedro es simple y claro. Se caracteriza por la brevedad, la variedad y el cuidado de la expresión. A pesar de las expresiones cultas, también refleja Fedro intencionadamente en sus composiciones elementos del lenguaje hablado. Así simpatiza con las clases populares y el mundo marginal en el que creció. Todos estos elementos explican la popularidad de su obra. Aún en nuestros días, es difícil no conocer las fábulas de El lobo y el cordero, La zorra y las uvas o La zorra y el cuervo.

Titulo: El Caballo y el Jabalí
Autor: Cayo Julio Fedro
Género: narrativa,   Categoría: Fabulas de literatura clásica antigua.
Primera publicación: Valencia 1781


El caballo y el jabalí. *

Todos los días el caballo salvaje saciaba su sed en un río poco profundo. Allí también acudía un jabalí que, al remover el barro del fondo con la trompa y las patas, enturbiaba el agua. El caballo le pidió que tuviera más cuidado, pero el jabalí se ofendió y lo trató de loco *. Terminaron mirándose con odio, como los peores enemigos. Entonces el caballo salvaje, lleno de ira, fue a buscar al hombre y le pidió ayuda *.
-Yo enfrentaré a esa bestia -dijo el hombre- pero debes permitirme montar sobre tu lomo.
El caballo estuvo de acuerdo y allá fueron, en busca del enemigo. Lo encontraron cerca del bosque y, antes de que pudiera ocultarse en la espesura, el hombre lanzó su jabalina y le dio muerte. Libre ya del jabalí, el caballo enfiló hacia el río para beber en sus aguas claras, seguro de que no volvería a ser molestado. Pero el hombre no pensaba desmontar*.
-Me alegro de haberte ayudado -le dijo-. No sólo maté a esa bestia, sino que capturé a un espléndido caballo.
Y, aunque el animal se resistió, lo obligó a hacer su voluntad y le puso rienda y montura. Él, que siempre había sido libre como el viento, por primera vez en su vida tuvo que obedecer a un amo. Aunque su suerte estaba echada, desde entonces se lamentó noche y día.
-¡Tonto de mí! ¡Las molestias que me causaba el jabalí no eran nada comparadas con esto! ¡Por magnificar un asunto sin importancia, terminé siendo esclavo!
A veces, con el afán de castigar el daño que nos hacen, nos aliamos con quien sólo tiene interés en dominarnos. *



4) Estrategias de comprensión lectora: ANTES, DURANTE Y DESPUÉS

      * Antes:
1.- ¿Por qué crees que se llama el caballo y el jabalí?
2.- ¿Qué te gusta mas los caballos o los jabalí, cual de los dos te gustaría ser de esta fabula?

    * Durante:
1.- ¿Crees que el caballo estaba loco?
2.- ¿para que crees que el caballo le pidió ayuda al hombre?
3.- ¿Por qué el hombre no quería desmontar al caballo, has montado alguno?

 *    Después:
1.- ¿Qué hubieses hecho tú en el lugar del caballo?
2.- ¿Crees que el caballo se merecía haber terminado como esclavo?

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